“Iba pedaleando por la calle Bravo Murillo de Madrid por la noche, con luces y reflectantes. De repente noté un fuerte golpe por detrás, me vi en el aire, la bici salió disparada y luego caí al suelo y me hice mucho daño en la espalda”. David Saiz, profesor de 46 años, narra así el accidente que sufrió hace dos años. Según la policía, los testigos explicaron que el conductor se bajó a mirar “con síntomas de embriaguez” y se dio a la fuga. Cuando lo localizaron, hora y media después, triplicaba la tasa de alcoholemia.
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