Los que se sientan en los consejos de administración siempre votan, pero además influyen constantemente en el Parlamento con su poder. Igual que nadie deja de ir a trabajar por estar cansado, nadie debería dejar de votar por las mismas razones: el desencanto es un lujo que no se pueden permitir los que tienen sus manos por todo capital.
|
etiquetas: elecciones , voto , españa