No son simples edificios. Tampoco la plasmación de conceptos, estructuras o planos. La arquitectura no es mera construcción sino más bien la suma y la consecuencia de avances, evoluciones y revoluciones. Y ella, en sí misma, es el inicio de nuevos procesos, nuevos cambios y nuevas transformaciones. La arquitectura como receptora e impulsora de ‘efectos’ que cambiaron sociedades y generaciones. Ocurrió con el Museo Guggenheim de Bilbao, nacido de mentes innovadoras, herramientas pioneras y tecnología capaz de ir un paso más allá. El propio edifi
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