En marzo de 2016, Kimberley Taylor se convirtió en la primera (y única) mujer británica en viajar hasta Siria para pelear contra el Estado Islámico. A los pocos días de su llegada, la antigua estudiante de matemáticas de 28 años de edad nacida en Blackburn, Reino Unido, se unió a las Unidades Femeninas de Protección (YPJ) ― el ejército formado exclusivamente por mujeres afiliado a las Unidades de Protección Popular (YPG) del Kurdistán sirio ― y lleva luchando junto a ellas desde entonces.