A comienzos del II Milenio, empiezan a establecerse colonias asirias de mercaderes en Anatolia. Hablamos de la época conocida como Bronce Medio, a mediados de la Edad del Bronce. Este será el inicio de una nueva era en Anatolia ya que los comerciantes traerán consigo la escritura, entre otras cosas. Por tanto, no se dará ni una revolución cultural ni una invasión: sino un proceso gradual. Podemos observar, eso sí, la llegada del bronce y una continuidad cultural dentro de la región.
La ciudad de Kanes/Nesa será el foco de las operaciones mercantiles. Pero esto no debe entenderse como la existencia de un poder centralizado en la península. Al contrario: la región estaba dominada por varios reinos (matu), entre ellos Hatti y Kanes. Todos ellos funcionaban con una ciudad central rodeada de un territorio y cuyo gobernante ejercía autoridad sobre los habitantes dentro de sus fronteras.
Las colonias eran enclaves de huéspedes: no existe dominación Asiria sobre el territorio, sino que funcionan como una especie de embajadas. Aunque el poder es descentralizado, todos los acuerdos entre reyes y colonias requerían de la implicación de la colonia asiria central, situada en Kanes/Nesa.
Mapa actual dónde se indica la posible ubicación de Zalpa (aún no descubierta), y las ubicaciones de Kanes/Nesa; Hattusa y Kussara. También se destaca en rojo Ankara como referencia, y, por qué no, Sésamo.
Fuente: (1) AzotadorEnmascarado
El interés comercial que cobra la península para las civilizaciones del oriente próximo no es casual, pues en Anatolia encontramos mucho cobre, oro y plata; que intercambian por pieles, tejidos y estaño. Este último, junto con el cobre, es esencial para la fabricación del bronce. Estos materiales, escasos en Asiria, no iban a ser el único atractivo que la región ofrecía a los comerciantes: la estabilidad era también un factor importante a tener en cuenta.
Los pequeños reinos que formaban Anatolia vivían en cierto equilibrio, generando esa situación de estabilidad que comentábamos. Pero las colonias Asirias estrecharon lazos comunicativos entre los diferentes reinos, creando rutas comerciales que dotaron de importancia al control territorial. Así pues, los acuerdos comerciales probablemente aportaron una mayor conciencia territorial entre los gobernantes locales provocando el estallido de conflictos entre los reinos. Como prueba de ello, encontramos la destrucción de Kanes/Nesa en el siglo XIX. Es decir, la estabilidad atrajo a los mercaderes asirios, cuyo trabajo comercial creó el caldo de cultivo para la inestabilidad posterior.
La destrucción de Kanes/Nesa no supuso el fin de las tensiones. Esta fue colonizada de nuevo, y poco más tarde encontramos nuevos conflictos entre un rey nesita, Inar, y un tal Anum-Hirbi, rey de Mama. Tras varias operaciones militares, se firmó la paz. Pero no se resolvió el conflicto, que se reinició a través de varios vasallos, destruyendo algunas ciudades. De nuevo se firmó la paz. Sin embargo, todo este proceso parece que supuso una desintegración gradual de los viejos reinos en estructuras todavía más pequeñas.
Aquí encontramos ya un primer intento de “unificación”, o “centralización” del poder. En la ciudad de Kussara, el rey Pithana y su hijo Anitta, en la segunda fase del período colonial, iniciaron una serie de conquistas. Entre ellas la propia Kanes/Nesa, que no destruyeron, y que al parecer respetaron a su población queriendo ver a sus habitantes como “parientes”. A decir verdad, estos conflictos no parece que tuvieran una raíz étnica, más bien se buscaba el control territorial. Pithana convirtió Nesa en su capital.
Reconstrucción de las murallas de Hattusa (al fondo)
Fuente: (2) Murat Özsoy 1958
Esta conquista fue el preludio de una serie de campañas llevadas a cabo por el hijo de Pithara, Anitta, con aparente éxito. Sometió a los países situados dentro o cerca de la cuenca del río Kizil-Irmak, enfrentándose a una alianza militar de los estados al sur de Zalpa. Allí encontramos a Piyusti, rey de Hatti, quien junto a Huzziya, rey de Zalpa, lideraron la revuelta. Hattusa fue destruída (pero luego fue colonizada otra vez, no temáis).
La dinastía de Kussara estableció su supremacía sobre gran parte de la mitad oriental de Anatolia. Pero tuvo una duración breve. Tras su caída, llega el final del período colonial, uno de los más luminosos de la historia del Antiguo Oriente Próximo. La configuración geopolítica de Anatolia cambiará drásticamente, y va a surgir una nueva potencia: el reino de Hatti, con capital en Hattusa.
Fuente Imágenes:
(1) ¿Elaboración propia?
(2) commons.wikimedia.org/wiki/File:Reconstructed_City_Wall,_Hattusa,_Boğ
En el próximo artículo hablaremos ya propiamente dicho del Imperio Hitita.
NOTA: toda crítica constructiva es bienvenida.
Este artículo es una continuación de:
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