‘La incapacidad de dibujar un proyecto político claro en el que implicar a toda la militancia, aplacando los egos e integrando a todos, ha fracturado nuestra formación. La perdida de apoyos económicos, mediáticos, intelectuales, y la incapacidad para lograr nuevos soportes, la nula capacidad para llegar a acuerdos con otras formaciones políticas con objetivos comunes, hacen que nuestra formación en la actualidad se encuentre en un punto sin retorno, que no es otro que su desaparición‘.