Según explica el meteorólogo Nick Humphrey, que ha alertado de esta escalada de las temperaturas, “se trata de algo realmente increíble… ninguna de estas temperaturas, tomada aisladamente, puede ser atribuida al calentamiento climático, pero en el norte de Siberia, a lo largo de la costa del océano glacial Ártico, donde las observaciones meteorológicas son escasas, los modelos han mostrado que las temperaturas alcanzaron el 5 de julio los 4,5ºC por encima de lo normal, situándose en los 32ºC.