Una vehemente maldición antigua, inscrita en las dos caras de una delgada tablilla de plomo, estaba destinada a afligir, no a un rey o faraón, sino a un simple verdulero que vendía frutas y vegetales hace cerca de 1700 años en la ciudad de Antioquía. Escrita en griego, la tablilla fue lanzada a un pozo en Antioquía, entonces una de las mayores ciudades en la zona oriental del Imperio Romano. En español, vía:
terraeantiqvae.com/profiles/blogs/la-traduccion-de-una-antigua-tablill