Un villano. Una banda de raperos. Conspiraciones farmacéuticas. Una caja fuerte secreta en Marrakech. Hillary Clinton y Donald Trump poniéndose por primera vez de acuerdo en algo. El misterio que rodea el lanzamiento del último disco del grupo Wu-Tang Clan es un fascinante thriller. Entre otras cosas, porque el único ejemplar ha acabado en manos del que, según acuñó la BBC, es el tipo más odiado del mundo, Martin Shkreli.