Lo hacen con cuidado y primor, cada día le cambian el manto a la Virgen y visten a los nazarenos con los colores de las hermandad de cada día. Luego, desde sus balcones, mando en mano, hacen recorrer la calle a los tres coches teledirigidos. Desde las casas suena la banda de cornetas y tambores.
La Semana Santa zamorana cuenta desde 1957 con su propio Museo de Semana Santa, un espacio único en España creado con el fin de conservar y exhibir al público los pasos procesionales de las cofradías, hasta entonces alojados en diversos locales.