Casi siempre que queremos cambiar algo en nuestras costumbres, se produce una batalla interna entre el diablillo bueno que dice: “debes hacerlo, eso es lo correcto, no esperes más...” y el diablillo malo que nos dice: “hoy no me apetece, tengo tiempo de hacerlo en otro momento…” Esto ocurre, por ejemplo, cuando queremos perder unos kilos y ponernos en forma...