Este montaje es el circuito de un microprocesador MOS 6502 a escala (7000:1), aumentado para hacerlo funcionar igual que el original pero con transistores en versión XXXL. Lo han llamado MOnSter 6502, algo apropiado para su desproporcionado tamaño; y con un guiño a MOS, el fabricante original. El monstruo tiene 3218 transistores y 1019 resistencias, además de 167 ledes que permiten echar un vistazo a los datos y operaciones en su viaje por los registros. [Vía: www.microsiervos.com/archivo/hackers/monstruoso-procesador-6502.html ]

Veinticinco años después de haber arrancado con su primer número, ‘20th Century Boys’ se erige como uno de los mangas definitivos y la segunda vez que Naoki Urasawa alcanza la excelencia total, tras haberla abrazado previamente con ‘Monster’.

La muerte del divulgador David J. Skal, conocida la semana pasada, ha sentado como un jarro de agua fría entre los aficionados y los estudiosos del cine fantástico. El autor, que había visitado España recientemente a raíz de la reedición en castellano de su clásico ensayo Monster show, una historia cultural del horror (Es Pop Ediciones), falleció en un accidente de tráfico a la edad de 71 años el pasado 1 de enero. Deja atrás un fructífero legado como ensayista y divulgador.

"Este es un proyecto que comencé a principios de 2019, la serie “The Monster Building”. En su mayoría, fotos tomadas con una lente gran angular y luego mejoradas en la publicación para crear una sensación de infinito. Siempre he sido un gran admirador de la idea "distópico", así que hice mi propia versión", escribió.

Ben Eater continúa con su proyecto "Hello world" partiendo de la CPU (chip físicamente en su mano, no en un ordenador completo), un tablero de circuitos, una EEPROM, cables, y toda la documentación técnica del chip.

En este caso particular, los atacantes habrían incluido formularios adicionales a los ya existentes en la web de Monster de modo que requieren al usuario rellenar determinados campos que en lugar de ser enviados a la base de datos del portal de empleo, son recibidos por un servidor remoto al que tienen acceso los desarrolladores del malware. Así, estamos ante un engaño por completo al usuario, que cree estar enviando su información a una página legítima y en su lugar se la está facilitando a desarrolladores que podrían hacer un uso malicioso de