KELT-9B es un Júpiter ultracaliente a 670 años luz de distancia, que alcanza 4.300 grados Celsius de temperatura, mayor que en algunas estrellas. Ahora, un equipo de astrónomos que usa el telescopio espacial Spitzer de la NASA ha encontrado evidencia de que las moléculas de gas hidrógeno se desgarren en el lado del día de KELT-9b, sin poder volver a formarse hasta que sus átomos desunidos fluyan hacia el lado nocturno del planeta. El "punto caliente" del lado diurno está desplazado. En español:
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