Estos antequinos de cola negra copulan de forma frenética y fallecen antes de llegar al año de vida, ya que a los 11 meses su periodo vital se corta al encontrase con una hembra, por lo que estos marsupiales dan prioridad a la reproducción y por lo tanto pocas veces se detienen a comer o a dormir. Un estudio reciente señaló que la muerte de los machos sirve para superar a la competencia masculina y distribuir la mayor cantidad de ADN entre las hembras, teniendo sesiones de apareamiento de 12 hasta 14 horas.