Plantinga sostiene que la Teoría de la evolución beneficia más al teísmo que al ateísmo. Si nuestras creencias son fruto de la evolución, entonces no tienen por qué ser confiables, sino solo útiles garantizando la supervivencia, p. ej. podría huir de un tigre por infinitos motivos que no tuviesen que ver con percibirlo como una amenaza. El mismo Darwin ya expresó su preocupación acerca de esto. Para Plantinga lo único que podría garantizar la verdad de nuestras creencias es que Dios nos hubiese creado a su imagen y semejanza.