Una de las armas menos conocidas y a la vez más dañinas desarrolladas por el ejército alemán fue el llamado Schienenwolf (lobo sobre raíles) o Schwellenpflug (arado de traviesas), un convoy que equipaba en su parte trasera un enorme arado capaz de destruir las vías a su paso. El efecto era demoledor, pues dejaba inservibles las vías con el consecuente problema de comunicación para el enemigo.