Sin duda uno de los aspectos que más mitología ha suscitado en lo relativo a los combatientes de la WWII ha sido la naturaleza de los soldados soviéticos: su eficacia, su moral, sus motivaciones, etc... En este escenario, una serie de circunstancias como la falta de fuentes, la parcialidad de las pocas disponibles y no menos importante, la politización de la historiografía (sobre todo la de alta divulgación) en ambos bloques, contribuyó a establecer una serie conclusiones aparentemente incuestionables, que contribuyeron a crear una imagen falaz

El T-70 era otro paso intermedio en la producción de tanques soviéticos. El rendimiento de los tanques ligeros soviéticos de esa época fue abismal, a pesar de la producción prolífica, mientras que la producción de T-34 sufrió problemas. Estos tanques eran horrendos debido a su pobre fiabilidad, armas de bajo calibrey blindaje inferior. El T-70 fue un intento para contrarrestar estos tres problemas. Si bien el arma en general se adaptaba mejor a la realidad de la guerra de tanques con tanques, todavía tenía una movilidad deficiente

El Behemot del Este El tanque T-35A es uno de los tanques más extraños de la historia, a menudo visto arrastrándose a través de las plazas de desfile de la era soviética de entreguerras. Este tanque atrapó los corazones, las almas y la imaginación del pueblo soviético y de los agregados militares extranjeros por igual. Fue uno de los muchos orgullosos logros de la industrialización soviética: su imagen apareció en carteles, películas e incluso en medallas y premios.