Durante los últimos tiempos hemos visto cómo se ha ido construyendo un proceso social que hemos llamado islamofobia, a partir de una psicodinámica del miedo y una polarización social creciente, que ha ido generando un clima de miedo y alerta social. Cuando los seres humanos sentimos miedo, y nuestra integridad física o psíquica están en juego, se activan nuestros instintos más básicos y la primera necesidad pasa a ser sentirnos seguros.