En septiembre de 1993, los hermanos Rand y Robyn Miller y los pocos empleados de Cyan, Inc. eran el prototipo de artistas muertos de hambre, que vivían de "arroz y judías y queso del gobierno". Ese mes vieron cómo Brøderbund publicaba su esotérico juego de puzles para Apple Macintosh Myst, que ellos y todos los demás consideraban un producto de nicho para una plataforma de nicho. Pasaría otro año antes de que quedara meridianamente claro que Myst, ahora disponible en una versión para Microsoft Windows además de para Mac, era un auténtico éxito.

Myst entró en el mercado en 1993, que fue un año estelar en los juegos de PC. 1993 también nos trajo el X-Wing, Doom, Syndicate y Day of the Tentacle, entre otros. Es fascinante que Myst ocurriera el mismo año que Doom. Ambos juegos intentaron simular la realidad, pero con enfoques muy diferentes. Doom era una dura y rápida ráfaga de escopeta a la cara, visceral e intensa, con el objetivo de capturar la sensación de cazar (y ser cazado por) demonios en estrechos pasillos de ciencia ficción; Myst era una carta de amor al misterio y exploración.

Tras el increíble éxito comercial del videojuego "Myst" (1993), que se convertiría en el videojuego más vendido para ordenadores en la década de los 90, durante los siguientes años comenzaron a aparecer aventuras gráficas con un estilo similar, a las que se denominó simplemente como "clones de Myst". Entre estos clones de Myst ninguno obtuvo tanto éxito como la serie de aventuras gráficas Atlantis, cuyo primer videojuego, Atlantis: The Lost Tales, llegó a superar las 500.000 copias vendidas en todo el mundo.

Myst, desarrollado por los hermanos Miller, apareció en 1993 para Mac y tuvo un gran éxito de ventas. En aquella época fue de una de las primeras aventuras gráficas que se desarrollaban en primera persona en un entorno virtual (entonces mostrando escenas previamente generadas en 3D) y su aparición tuvo un notable impacto — a la vez que durante un tiempo se mantuvo como el videojuego más vendido de la historia.