Esta crisis es una estafa y cada vez existen más pruebas de ello. En Luxemburgo se montó una conga para grandes empresarios: el gobierno firmó acuerdos de dudosa moralidad con diversas multinacionales para reducir el impuesto de sociedades -lo que deben tributar las empresas– al 1% e incluso menos. Un joven trabajador de una auditora filtraría los documentos secretos que demostraban estos escandalosos pactos en plena recesión. Ese fue Antoine Deltour, un chico de 28 años.