En los años 80, con la opinión en contra de todos sus colegas y en una dura lucha por sacar adelante su clínica, Zbigniew Religa lleva a cabo el primer trasplante de corazón con éxito en Polonia. Rompió barreras culturales, morales y éticas, y ahora se ha convertido en película: Dioses de Lukasz Palkoski.