En Praga, arrojar a la gente por la ventana (o defenestrarla, como se dice en latín) es un acto imbuido de significado político desde hace mucho tiempo. Desde la revuelta husita de finales de la Edad Media, pasando por la Guerra de los Treinta Años, hasta los casos modernos de "autodefenestración", Thom Sliwowski descubre un shibboleth nacional imbuido de eficacia ritual.