Siete meses después de su descubrimiento, la supernova más violenta observada hasta la fecha sigue planteando todo tipo de rompecabezas a los astrónomos. Avistada en junio de 2015 y caracterizada por una emisión pico equivalente a 570.000 millones de soles (al menos el doble que las mayores supernovas avistadas hasta ahora), la explosión pertenece a la clase de «supernovas superluminosas». Los detalles de la descomunal explosión, bautizada ASASSN-15lh, aparecieron publicados el pasado 15 de enero en la revista Science.