Mientras hay bandas que no dicen nada y paran la programación de Radio 3 bajo estrictos cánones de tendencias, Los Wallas sirven de antídoto desde dentro para todo eso. Pertenecen a lo mismo pero, en esencia, son diferentes. Cantan en español y respetan el sonido, trabajan la parte meramente musical a través de instrumentales y no llegan, pegan cuatro gritos guays, y se van. Pero el mundo funciona como sabemos que funciona y el pastel de un género que Los Wallas ayudaron a asentar se derrite en otras manos.