Escondida en los bosques del suroeste de Pensilvania en un diminuto enclave llamado Mill Run y encaramada sobre un fresco arroyo, se encuentra una de las obras maestras de la arquitectura contemporánea, la Casa de la Cascada (Fallingwater House) de Lloyd Wright. Hace 80 años, el gran arquitecto estadounidense del siglo pasado, responsable del Museo Guggenheim de Nueva York, pensó en el placer insospechado de remojar los pies en la corriente del río con solo descender unas escaleras. Y sentarse a escuchar los murmullos de la naturaleza.