Amenazas aderezadas de insultos y humillaciones fueron parte de una carta anónima que el FBI envió al histórico líder de los derechos civiles en EEUU, Martin Luther King, cuyo último propósito era que éste, desesperado, acabara recurriendo al suicidio. La misiva, de 1964 y que esta semana vio la luz de manera íntegra, muestra la obsesión del Buró Federal de Investigaciones (FBI) dirigido por J. Edgar Hoover por demostrar la supuesta vinculación del activista con el comunismo en plena Guerra Fría.