Idealmente no necesitamos más películas pasables en el cine comercial pero, siendo realistas, eso es algo que va a seguir sucediendo. Si por cada cinco filmes mediocres aparece uno brillante, es difícil que esa proporción vaya a mejorar de forma ostensible. Pero, parafraseando a la cineasta Leticia Dolera, lo que sí necesitamos es que el relato sea completo; y sin las mujeres que guionizan, que dirigen o que son jefas de equipo, la narrativa del mundo de la cultura seguirá siendo parcial.