La política española es curiosa. Dos líderes, Sánchez y Rivera, son criticados por hacer precisamente lo que tienen que hacer: sentarse, hablar, dialogar, negociar puntos específicos de programa y tratar de llegar a acuerdos. Hacer política, hacer aquello por lo que les elegimos y pagamos, es precisamente eso, sentarse a negociar. Algo que la empresa privada asume como perfectamente normal, pero q