Desde teclados que reconocen tu forma de teclear hasta códigos de honor de las universidades, las plataformas de los cursos están encontrando una manera de parar la trampa entre los estudiantes. El hecho de hacer trampa no es un problema nuevo para las universidades, pero el incremento de hacer trampa en los cursos online, en especial en los que son gratuitos (mejor conocidos como MOOCs) ha forzado a los académicos a buscar nuevas formas de asegurar la honestidad y proteger la integridad académica.