Desde hace varios años, la Universidad de Harvard trabaja en una abeja robot. Del tamaño de un clip, el microvehículo alado de 100 miligramos es totalmente controlable pero todavía no es autónomo, necesita de un cable para dirigirlo y obtener energía. Ahora, sin modificaciones de hardware, han encontrado la manera de que vuele, se estrelle en el agua y se convierta en un pequeño submarino. Los insectos robóticos tienen un gran potencial para las misiones de búsqueda y rescate, vigilancia, y exploración. Vídeo:
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