Marie Mawad es usuaria habitual de coches eléctricos en París, donde hay puntos de recarga repartidos por prácticamente toda la ciudad. Pero tras ver en una encuenta que a muchos conductores alemanes y franceses les preocupa más no poder cargar la batería que las limitaciones en la autonomía decidió hacer un experimento. Así que alquiló un Tesla Model S de 215 y emprendió un viaje de ida y vuelta de París a Mannheim*, algo menos de 550 kilómetros que Google Maps dice que se pueden recorrer en unas 10 horas y 30 minutos.
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