Durante siglos, a partir sobre todo de la época medieval y hasta principios del siglo XIX, la parte más occidental del mar Mediterráneo se llenó de piratas berberiscos. Su modus operandi era claro: "Se dedicaban a robar y a saquear pero, sobre todo, capturaban rehenes cristianos para pedir posteriormente un rescate por ellos y, en caso de no obtenerlo, los vendían como esclavos en el mercado musulmán", según nos cuenta el historiador Valeriano Sánchez Ramos, experto en el tema.