Emma Lembke tenía 12 años cuando sus padres, finalmente, le permitieron instalarse su primera red social, Instagram, en el teléfono móvil. “Se me abrió el mundo”, cuenta la joven, ahora de 20 años y estudiante de segundo curso en la Universidad de Washington en St Louis. De haberse sentido excluida cuando sus amigas interrumpían las conversaciones para ponerse a mirar sus teléfonos, pasaba a tener —pensó— el mundo al alcance de un clic. Desde su hogar en Alabama (EE UU) “de repente podía tener acceso a todo, a gente de todas partes, aprender co
|
etiquetas: redes sociales , adolescentes