Cuando hablamos de la autonomía real de un coche eléctrico, entran en juego múltiples variables que pueden hacer que la cifra se incremente o disminuya de forma importante.Desde el estilo de conducción, la orografía de la zona donde nos movemos, hasta la climatología, con un especial impacto cuando las temperaturas bajan en invierno.El sistema de refrigeración de la batería, que impide que se caliente demasiado, pero también que su temperatura caiga de su rango óptimo de funcionamiento. También el sistema de climatización del propio habitáculo.
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