No me gusta el reloj –más bien me espanta– y el precio de dos millones de euros me parece obsceno, pero me encantan los relojes automáticos por la demostración de habilidad mecánica que son, así que me flipa este vídeo, en el que se ve como se monta el Patek Philippe Grandmaster Chime Ref. 5175.
|
etiquetas: tecnología , relojería , mecanismos , complejidad