Los avances han hecho que algunos reguladores federales lleguen a preocuparse de que muchos consumidores podrían exponerse involuntariamente a nuevos riesgos de seguridad y privacidad con sólo conectar una cafetera y una alarma de humo a su red WiFi. Aunque algunos de esos temores parecen exagerados, la realidad es que la mayoría de los usuarios no son conscientes de los riesgos digitales a los cuales están expuestos y de la importancia de los datos que están compartiendo.
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