Una de las características más extraordinarias de la revolución de la microelectrónica es su capacidad de avanzar y crecer, un rasgo definido por la Ley de Moore. Esto ha hecho que la capacidad de cálculo crezca de forma masiva y muy rápida. Por ejemplo, los smartphones de gama alta actuales tienen una potencia computacional equivalente a la de los supercomputadores más potentes del mundo de principios de la década de 1990. Los teléfonos inteligentes del futuro serán aún mejores.
|
etiquetas: ley de moore , materiales