Aunque les cueste creerlo, en Fernando Alonso (Oviedo, julio de 1981) las consecuencias de la crisis saltan a la vista. Hace un par de temporadas, apenas había un espacio libre en su mono de competición, colonizado hasta el cogote por logotipos, marcas, letras, símbolos y figurines. En ésta, apenas dos anunciantes -las gafas Oackley y los relojes Viceroy- campean, junto a los espónsores oficiales, en el buzo del bicampeón de la Fórmula 1