"Ahora sí soy feliz", escribió Tamara en Instagram junto a una tierna imagen suya con su hija, tumbadas en la cama. Lo cierto es que en los últimos meses, Tamara había expresado una cierta inquietud, nerviosismo o, quizá, principio de depresión que ni ella misma era capaz de explicar. Con la llegada de Shaila, todo ese temor se ha disipado, de ahí su afirmación de que ahora, sí, es feliz. Y no es para menos.