Los motivos presentes en los cilindros de piedra que datan de hace seis mil años corresponden a algunos signos de escritura protocuneiforme surgida en la ciudad de Uruk, en el sur del actual Irak, hacia el 3.350-3.000 a.C. El descubrimiento, realizado por un grupo de investigación de la Universidad de Bolonia, ofrece un punto de conexión directo en la transición de la prehistoria a la historia.
dx.doi.org/10.15184/aqy.2024.165