Para alguien que nunca haya visto El padrino, Tarde de perros o El cazador, nada le dirá escuchar nombrar a Cazale. Para aquellos apasionados de Pacino y De Niro este apellido italiano les podrá sonar familiar, pero pocos sabrán ponerle cara. La fatalidad del cáncer impidió prodigarse más allá de las cinco imprescindibles filmaciones, todas ellas nominadas al Oscar a mejor película, en que participó. Tal vez si ahora les preguntáramos por el cobarde e incapaz primogénito de Vito Corleone, Fredo, sabrán ponerle cara.