Es sabido que Georges Méliès fue uno de los asistentes a la famosa proyección que organizaron los hermanos Lumière el 28 de diciembre de 1895 en el Salón Indio del Grand Café, apenas un sótano en un cafetería cualquiera del Boulevard de los Capuchinos de París. Allí, una multitud atónita que no sabía si iba al circo o al teatro contempló con éxtasis las primeras grabaciones del cinematógrafo. Se recogía, por ejemplo, la salida de unos obreros de una fábrica o la llegada de un tren a la estación.
|
etiquetas: cine , arte , méliés