El análisis de los datos recopilados en los últimos años por el satélite Gaia, de la ESA, ha permitido al equipo de la investigadora española Teresa Antoja descubrir algo que se desconocía hasta ahora: que los efectos del encontronazo de nuestra galaxia con otro objeto, seguramente la galaxia enana Sagitario que pasó muy cerca hace entre 200 y 1000 millones de años, aún puede verse en el movimiento de las estrellas. La propia Sagitario será engullida por la vía Láctea en unos 500 millones de años. Relacionada:
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