Hace casi una década, el Golfo de México sufrió un enorme vertido por la explosión de una plataforma petrolífera, que afectó a cientos de animales marinos. Pero hasta ahora no se habían medido qué efectos fisiológicos sufrieron. Un estudio centrado en la raya del Atlántico –protagonista del
#Cienciaalobestia– confirma que el derrame perjudicó su función olfativa, lo cual tine graves consecuencias para su supervivencia.