Lo interesante de este problema es el gran número de interrogantes que plantea. Por un lado, el de la relación entre ciencia y sociedad, y la necesidad de transmitir bien los conocimientos científicos a la población. Un error, generalizado a muchos campos, es el de considera al ser humano un ser racional y pensar que casos como éste se arreglan con información y educación. Pero una y otra vez vemos que esto no funciona, por ejemplo en los casos en los que se hacen dos bandos, como el que nos ocupa, y cada uno lee una información distinta.
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