La mayoría de las personas simplemente no puede cambiar sus horarios porque sus cuerpos no lo permiten. Nuestro ritmo circadiano (reloj interno) está controlado por una pequeña zona de nuestros cerebros, el núcleo suprasquiasmático, explica el doctor Nathaniel Watson, codirector del Centro de la Medicina del Sueño de la Universidad de Washington, EE.UU. Hay otros factores que influyen, tales como la edad y el estilo de vida, pero en aproximadamente un 50% los patrones de sueño están determinados por nuestros genes.
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