Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, han encontrado una nueva forma de bloquear la causa raíz del dolor: la clave es una proteína de origen natural llamada proteína de unión a apolipoproteína A-I (AIBP). En este estudio, los ratones que recibieron quimioterapia reaccionaron al tacto más leve. Pero una sola inyección intratecal de AIBP revirtió completamente el estado de dolor inducido por la quimioterapia y los ratones pudieron soportar niveles normales de estimulación mecánica.
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