Existen evidencias científicas que sugieren que vivir un evento traumático, como un sismo, podría ocasionar que la información genética de una persona se lea de manera distinta y altere algunas vías hormonales, propiciando que sufra síntomas más severos que el resto de la población. Para aportar a esta hipótesis, Humberto Nicolini Sánchez, del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), inició un proyecto para analizar las diferencias en el epigenoma entre personas que desarrollaron estrés postraumático por el sismo del 19 de septiembre