El diamante mandarín (Taeniopygia guttata) es un pequeño ave cuyos cantos están sirviendo a los científicos para estudiar el lenguaje vocalizado. Analizando las estructuras de las frases, e incluso el genoma que da lugar a estos aparatos vocalizadores, algunos científicos tratan de entender mejor cómo determinadas especies consiguen comunicarse mediante distintos sonidos, incluidos los humanos."Mezclamos un poco de su zumo con un seis por ciento de alcohol y los ponemos en los bebederos de sus jaulas", explica Olson en NPR.