Estos flujos habrían aparecido con los primeros océanos del planeta, hace entre 4.000 y 4.500 millones de años, impulsados por las mismas fuerzas que los impulsan hoy: vientos, mareas, diferencias globales de temperatura y salinidad, y la rotación del planeta. Las corrientes oceánicas se comportan de manera muy similar a los ríos dentro de los cuerpos de agua más grandes, según la Universidad de Hawái en Manoa. Varían en tamaño desde pequeñas corrientes cerca de las playas hasta flujos que atraviesan el océano, como los enormes giros o ciclos